#TanComoTu: un futuro de posibilidades para todos

El 21 de marzo, con motivo del Día Mundial del Síndrome de Down, se celebra no solo un día de visibilidad, sino una oportunidad para reflexionar sobre cómo construimos nuestra sociedad.
Como padre de una chica con síndrome de Down, cada día me encuentro con nuevos desafíos, pero, tengo que decirlo, también con momentos de profunda gratitud y admiración por todo lo que mi hija aporta al mundo. Este año, la campaña de Down España, bajo el lema #TanComoTu, nos invita a mirar más allá de los prejuicios, a reconocer que las personas con síndrome de Down tienen los mismos derechos, sueños y aspiraciones que cualquiera de nosotros.
La inclusión como pilar fundamental
A menudo, las personas con síndrome de Down son vistas desde una óptica equivocada: como seres «diferentes» o como alguien que necesita compasión. Pero ellos son tan humanos como cualquiera, tienen derecho a vivir una vida plena, participativa, a ser activos en su comunidad, a tener relaciones afectivas, a trabajar, a disfrutar del ocio y a envejecer con dignidad. La sociedad tiene la responsabilidad de garantizar que esto sea posible, no como un acto de caridad, sino como un derecho inherente a su condición de seres humanos.
La inclusión es un principio básico de justicia social. Una sociedad que excluye o margina a personas por su condición, no es una sociedad justa ni equitativa. #TanComoTu es un recordatorio de que las personas con síndrome de Down tienen los mismos derechos. Son tan como tú y, como cualquiera de nosotros, pueden equivocarse, reírse, tener sueños y luchar por ellos. Y, sobre todo, tienen el derecho a vivir su vida de acuerdo con sus deseos, capacidades y necesidades.
Un llamamiento a la acción: empleo, autonomía y derechos
Como padre de Carmela, he sido testigo de cómo mi hija crece, evoluciona y afronta la vida con sus propios retos y alegrías; pero también he sido testigo de la constante lucha por encontrar un lugar en una sociedad que no siempre está preparada para abrazar la diversidad. Es obligado recordar que, a día de hoy, las oportunidades de empleo para las personas con síndrome de Down siguen siendo limitadas y, aunque es cierto que hemos visto avances, la realidad es que aún queda mucho por hacer. Necesitamos políticas de inclusión laboral que no se limiten a la asistencia, sino que promuevan la autonomía y la participación activa en la vida económica. Es fundamental que las empresas se atrevan a dar oportunidades y generar entornos de trabajo inclusivo, donde cada persona, sin importar su discapacidad, tenga la oportunidad de contribuir con su talento.
Las políticas de empleo con apoyo, por ejemplo, son una herramienta indispensable para garantizar que las personas con síndrome de Down puedan desempeñar un trabajo digno. Es necesario crear una red de apoyo sólida, que no solo los integre en el mercado laboral, sino que les dé el espacio para demostrar lo que valen. Y no podemos olvidar el envejecimiento. Las personas con síndrome de Down no deben ser consideradas «niños eternos». Como todos, tienen el derecho a envejecer con dignidad y acceder a una jubilación acorde con su ritmo de vida. La propuesta de una jubilación a los 45 años, dada su condición de envejecimiento precoz, es una medida de justicia que necesitamos abrazar para garantizar una vejez digna y plena.
El derecho a la autonomía y a vivir según sus propios términos
Otro aspecto crucial de la campaña #TanComoTu es la autonomía.
Las personas con síndrome de Down tienen derecho a evolucionar, experimentar y tomar decisiones por sí mismas. Como padres, sabemos que el camino hacia la autonomía es largo y desafiante, pero también sabemos que es un derecho fundamental. Todos, independientemente de nuestra condición, tenemos el derecho a decidir sobre nuestras vidas, a construir proyectos personales, a tener sueños y a hacerlos realidad.
Este derecho a la autonomía debe estar respaldado por apoyos centrados en la persona: en sus deseos, intereses y capacidades. No se trata solo de ofrecer ayuda, sino de brindar las herramientas necesarias para que cada individuo con síndrome de Down pueda desarrollar todo su potencial. El apoyo debe ser flexible y adaptado a cada etapa de la vida, permitiendo que cada persona crezca, explore y logre lo que se proponga.
Una sociedad inclusiva: más que un ideal, una necesidad
La inclusión no es un favor. No es algo que se hace por simpatía o por altruismo. La inclusión es una necesidad para construir una sociedad más justa, equitativa y humana. Cuando hablamos de inclusión, hablamos de darles un espacio real en la educación, en el empleo, en las relaciones y en la vida comunitaria. Hablar de inclusión es hablar de un mundo donde cada persona tiene las mismas oportunidades para brillar, para decidir, para vivir según sus propios términos.
Este 21 de marzo, desde Down España, a través de la campaña #TanComoTu, invitamos a todo el mundo a mirar más allá de la discapacidad, a reconocer que cada persona con síndrome de Down es, ante todo, una persona. Es hora de que, como sociedad, tomemos conciencia de que la inclusión no solo beneficia a aquellos que tradicionalmente han sido excluidos, sino que mejora el bienestar de toda la comunidad. La diversidad es la base de un mundo más justo y, sobre todo, más humano.
Carmela me enseña todos los días que, al final, todos buscamos lo mismo: ser reconocidos, ser respetados y tener las mismas oportunidades para alcanzar nuestras metas. Como padre, solo puedo esperar que este mensaje resuene en todos nosotros y nos impulse a construir una sociedad más inclusiva para todos, sin excepciones.
MANUEL A. ESMORÍS
Padre de Carmela y miembro de la Junta Directiva de Down España.