Noticia22 Nov 20238 minutos de lectura

«La danza es transformación para las personas con síndrome de Down»

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Flamenco, danza contemporánea o los musicales son algunos de los estilos que trabaja Elías Lafuente desde hace más de 30 años en su escuela de danza para alumnos con discapacidad intelectual. Ahora, este profesor de danza es también académico de las Artes Escénicas de España, aprovecha su posición para reivindicar la visibilidad de las personas con síndrome de Down, su presencia en la danza e interpretación y la regulación de su trabajo como bailarines e intérpretes.

Para celebrar el 30º aniversario de DANZA DOWN, asociación federada a DOWN ESPAÑA dedicada a la danza, entrevistamos a su presidente, Elías Lafuente, quien reivindica «la profesionalidad» de su escuela. “Reivindico la profesionalidad de todo lo que hacemos. Somos profesionales de la danza desde hace muchos años. Adaptamos las coreografías y la metodología aplicada a la danza de personas con discapacidad”

– ¿De dónde surgió la idea de montar Danza Down?

Hace 30 años ya de esta aventura maravillosa que es tener una compañía de danza integrada por bailarines con discapacidad intelectual, el 90% con síndrome de Down. Y empezó de manera muy casual. Yo tenía mi escuela de danza convencional en Madrid y era un momento donde la discapacidad no estaba tan normalizada como ahora.

Un día, vino a la escuela la madre de una niña con síndrome de Down y me preguntó si podía apuntar a su hija y que en varias academias de danza no la habían aceptado.  Yo, por supuesto, la acepté en mi clase, pero su inclusión fue un proceso algo complicado porque había familias de bailarines que no apostaron por ello. De hecho, se desapuntaron varios.

Yo seguí con las clases y cada vez se apuntaron más personas con discapacidad intelectual y por eso, empecé a trabajar una metodología aplicada para ellos. Aposté firmemente por este proyecto formándome teniendo en cuenta la anatomía y la capacidad cognitiva de los alumnos con discapacidad intelectual.

– De hecho, hay alumnos que llevan contigo prácticamente desde el inicio de Danza Down, ¿verdad?

Sí, muchos, por ejemplo, Rodrigo lleva ya 28 años conmigo.

Muchos de mis alumnos comenzaron en Danza Down de niños y claro, también he tenido que irme adaptando a su edad porque se trabaja de diferente manera en cada etapa de vida. Además, en las personas con síndrome de Down, a partir de los 40 años la parte cognitiva comienza a fallar y también hay que estar preparado para ello, de ahí la importancia de la formación.

Lo importante es que mis bailarines son muy buenos artistas, que es lo que yo quiero reivindicar. Lo que buscamos es que cuando se baje el telón, el público salga contento. Intentar ser lo mejor posible. Mis alumnos saben que tienen que trabajar como cualquier bailarín profesional.

¿Y qué crees que es lo que más valoran tus alumnos?

Mis alumnos están felices, vienen con ganas de aprender a bailar y a actuar. El saber que pueden aprender algo tan importante y bonito, subirse a un escenario, ver la reacción del público, sentir que forman parte de la sociedad…Son cosas que les hacen tener la autoestima muy alta, se les eleva muchísimo.

Además, aunque cada uno de mis alumnos tiene su carácter y su personalidad, en general, son personas muy agradecidas y se acoplan y adaptan enseguida. Aun así, yo no puedo trabajar la misma metodología para todos. Además, también cuentan mucho las emociones, un día uno está muy inspirado o tranquilo o más revuelto…pero bueno, en general están muy contentos porque con paciencia y trabajo van viendo que todo se puede sacar adelante.

– ¿Qué es lo que crees que más valoran las familias?

Creo que las familias están todas encantadas porque ven que sus hijos disfrutan y que vienen con ganas de aprender a bailar. Además, valoran que tengan la oportunidad de subirse a un escenario.

La danza es una asignatura muy importante porque tanto los bailarines, como sus familias, pueden apreciar nuevas capacidades. También ayuda a las familias a entender mejor a sus hijos e hijas.

– Dentro de los estilos de danza y tipos de espectáculo que interpretan tus bailarines, ¿Con cuál de ellos disfrutáis más?

Yo creo que con los musicales. Nos gustan mucho porque además de danza, trabajamos mucho la interpretación. Transmitir con su cuerpo palabras, sentimientos y, sobre todo, defender un personaje…Es un trabajo muy completo.

Dentro de los musicales, me quedaría con el de Billy Elliot porque me recuerda mis comienzos y por su mensaje en general sobre el esfuerzo y conseguir los sueños.

Por otro lado, destaco la importancia del ballet, que para mí es la base de todo. La presencia, la disciplina, el control…es aplicable al resto de estilos.

-Además de las ventajas a nivel físico que tiene la danza, ¿Qué otros beneficios les ofrece a las personas con síndrome de Down?

A nivel psicológico, muchos, lo que he mencionado sobre la autoestima, y, por otro lado, escuchar música clásica proporciona algo a nivel del sistema nervioso central muy beneficioso, una activación neuronal.

Está comprobado por muchos estudios científicos que hay ciertas neuronas que se activan con la música y, por ejemplo, ralentizan procesos de deterioro cognitivo y el Alzheimer.

– A pesar de esta parte tan positiva, existen muchos retos a la hora de formar a bailarines con discapacidad intelectual, ¿Cuáles destacarías?

Por una parte, el tiempo que conlleva, porque mis alumnos tienen también sus actividades, sus trabajos, sus estudios… Sería maravilloso poder trabajar con ellos todos los días.

Por otro lado, la financiación, porque con unos presupuestos adecuados para nuestras producciones tendríamos más actividad. Quizá esa sería la parte más negativa: que cuesta mucho conseguir ayudas. El arte en sí está infravalorado porque no se acaba de entender que es importantísimo para el crecimiento de un ser humano.

Encontramos baches, sí, pero hay que seguir conduciendo para llegar a la meta.

– Gracias al esfuerzo y dedicación de la escuela, Danza Down ha conseguido metas increíbles a muchos niveles, ¿Cómo describirías vuestra trayectoria?

Maravillosa, hemos ganado muchos premios internacionales, y el reconocimiento a nuestro trabajo por parte de la UNESCO ha sido muy emocionante.  Yo formo parte del Consejo Internacional de Danza de la UNESCO, y en un congreso en Ateneas, se quedaron alucinados con nosotros. Nos concedieron el título de ballet clásico por nuestra técnica y profesionalidad, y fue la primera vez que se reconocía así el trabajo de unos bailarines con discapacidad intelectual.

Por otro lado, destacaría nuestra actuación en Roma en un concurso internacional, donde obtuvimos un premio por nuestra interpretación de La Boda de Alonso –con castañuelas, vestuario goyesco…- También hemos bailado en Livorno, Aviñón, … En Madrid bailamos con el Royal Ballet de Londres y con el Ballet Nacional de España con Antonio Najarro.

-Todas estas experiencias también han servido para dar mayor visibilidad a la presencia de las personas con síndrome de Down en el arte, ¿querrías comentar algún otro ejemplo significativo?

Claro, uno muy llamativo es que han venido a conocernos desde Corea para ver cómo trabajamos y replicarlo allí. Otro es que dos de mis alumnos estuvieron con Concha Velasco actuando en la obra Olivia y Eugenio durante tres años interpretando a un personaje y lo hicieron de maravilla. Hay compañías que nos conocen y nos avisan si necesitan personajes y esto ayuda a dar visibilidad. Siempre que haya rigor, profesionalidad y no parodias, intentaremos participar.

– Y dentro de los retos a en los que trabajas actualmente, ¿Cuál destacarías?

Actualmente, estoy trabajando con el Conservatorio de Valencia con el fin de regular los estudios de danza adaptados para que las personas con discapacidad intelectual puedan obtener sus títulos oficiales.

– Para finalizar esta entrevista, ¿Cómo terminarías esta frase? La danza para las personas con síndrome de Down es…

Transformación.

También diría fundamental o magia, pero realmente es transformación. Porque la danza transforma a la persona de una manera y algo que ya tiene coge forma (talento, emociones).

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