General13 Jul 20235 minutos de lectura

La Atención Temprana, al igual que la educación o la salud, no tienen vacaciones

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Desde DOWN ESPAÑA, reivindicamos continuamente la importancia de la Atención Temprana para los bebés, niños y niñas con síndrome de Down por ser el conjunto de actividades indicadas para estimular su desarrollo y disminuir así el retraso madurativo.

Estos ejercicios indicados para niños de 0 a seis años pueden ser llevados a cabo por profesionales del área o por sus propias familias, según las recomendaciones de los expertos. De hecho, practicarlos en familia es realmente aconsejable también para fortalecer el vínculo familiar: la interacción con los padres, los juegos con los hermanos y las actividades compartidas.

Según explica el asesor en Atención Temprana de DOWN ESPAÑA, Isidoro Candel,los primeros años de la vida tienen una importancia considerable en la evolución y el desarrollo de una persona, precisamente porque en esas edades tempranas hay una mayor plasticidad cerebral, y también porque entonces se logran los lazos afectivos que van a posibilitar las relaciones sociales y comunicativas de cada individuo”.

Por ello, Candel recuerda que “la atención temprana, al igual que la educación, la salud u otros aspectos de la vida, no tienen vacaciones porque forman parte fundamental de nuestra vida”. “Es decir, es fundamental estimular al niño, a cualquier edad, para ayudarle en su desarrollo y para seguir reforzando la calidad de las interacciones en los momentos y circunstancias normales de cada día, sin avasallar, sin agobiar y procurando pasarlo bien todos”, señala el experto.

“Lo que pasa es que las cosas serán diferentes. en el centro de tratamiento están de vacaciones, nosotros estamos cansados y con mucho calor, y merecemos tomarnos un respiro… Por supuesto que sí, pero podemos y debemos seguir estimulando a los niños no de la manera que podemos entender cómo más ortodoxa, pero sí aprovechando las ocasiones que se nos van presentar, estemos donde estemos”.

La estimulación ‘casera’ a la que se refiere el especialista debe adaptarse a cada niño teniendo en cuenta tanto su edad como sus necesidades de aprendizaje específicas, reforzando aquellas áreas que le supongan una mayor dificultad. “Por ejemplo, a lo mejor pasamos unos días con familiares, y eso es ocasión estupenda para que el niño se relaciones con otras personas que lo cogen, que le hablan, que juegan con él, que lo llevan de paseo… Tal vez, pueda estar el niño con otros pequeños de su edad, lo que favorecerá la posibilidad de jugar, de interaccionar con ellos. Son momentos adecuados para estimular la motricidad, la espontaneidad del niño, la diversión, los juegos en la arena, con la pelota, andar y correr, saltar…”, recalca.

Como consejos para llevar a cabo esa Atención Temprana en familia, Candel sugiere “aprovechar las situaciones cotidianas más normales para disfrutar del niño y con el niño, pasarlo bien con él, que se ría, que juegue”. “No se trata de hacer los ejercicios tradicionales propios del centro de estimulación, de dedicar tiempo a unas sesiones sistemáticas que pueden aburrir y cansar al niño y a los padres”, apunta el experto, quien además indica algunos ejemplos para estimular a los más pequeños durante las vacaciones de verano: Jugar en la playa con la arena y el agua; jugar a la pelota o a las palas; jugar con diferentes juguetes en el agua (agarrarlos, deslizarlos…); animarles al gateo, a andar o correr sobre arena o césped; jugar en el agua: saltos, chapotear,…; jugar a repetir e imitar canciones; trabajar la comunicación: intentando que el niño se esfuerce en expresar lo que quiere, bien mediante gestos, señalando con el dedo índice o con alguna verbalización; plantear pequeños ‘problemas’ para que busque soluciones como esconderle juguetes bajo la arena o el agua para que intente recuperarlo…

“Todas estas actividades ayudan a mejorar la coordinación manual, la atención, la planificación, la toma de turnos, los contactos de mirada, el seguimiento de instrucciones sencillas”, explica Candel.

“Es importante que el niño haga un buen control visual de sus acciones, es decir, que mire lo que hace, y que mire también de vez en cuando al adulto”.

Por último, el experto recalca que es importante no comparar nunca los progresos de un niño con los de otros niños, tengan o no síndrome de Down, puesto que cada uno tiene su propio ritmo; Alegrarse de sus progresos por pequeños que sean y respetar los rasgos propios de su personalidad (curiosidad, impaciencia, alegría, seriedad…).

Desde la Federación recomendamos también la guía «Mis primeros pasos hacia la autonomía» con la que se pretende fomentar la autonomía de los niños con síndrome de Down. Disponible en este enlace: Mis pequeños pasos hacia la autonomía

Por otro lado, recordamos también que en la web www.mihijodown.com, podréis encontrar cantidad de información y recursos sobre la Atención Temprana. Enlace directo: http://www.mihijodown.com/es/etapas/bebe/atencion-temprana

Antes de finalizar, desde DOWN ESPAÑA, queremos hacer hincapié en que aunque actualmente el mercado ofrece otro tipo de terapias para estimular a niños con síndrome de Down (método DOMAN, FAY, FOLTRAN) desde la Federación no las recomendamos por:

-No estar diseñadas específicamente para los niños con esta discapacidad

– Son tratamientos intensivos que sólo estimulan algún aspecto del desarrollo pero olvidan otros

– Descuidan el contexto natural en el que se desarrolla el niño

– No tienen una base científica

 

 

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