Agustín Matía: «Consenso Estatal de Atención Temprana: un pequeño paso, un gran objetivo por delante»
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El director gerente de DOWN ESPAÑA, Agustín Matía, reflexiona en un artículo para el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) sobre el Consenso Estatal de Atención Temprana. Un pequeño paso: un gran objetivo por delante.
El pasado 31 de enero, los Consejos interterritoriales de Sanidad y Servicios Sociales se reunieron en una Conferencia multisectorial en la que aprobaron (por mayoría algo justa pero suficiente) el “Consenso Estatal para la Mejora de la Atención Temprana”. Este documento completa y profundiza el anterior acuerdo (28 de julio 2023) “Hoja de Ruta para la mejora de la atención temprana en España sobre un marco común de universalidad, responsabilidad pública, equidad y calidad”. Se trata de un primer acuerdo de esta materia entre las CCAA y el gobierno estatal, desde la creación de las competencias de Atención Temprana en la década de los años 80, que ha establecido un marco conceptual común sobre lo que es la atención temprana, unos compromisos base de país y una serie de objetivos, medidas, estándares de calidad e indicadores comunes que orientan y promueven la mejora continua de los sistemas de temprana de las distintas Comunidades/Ciudades Autónomas.
Estos dos documentos (junto con otros textos complementarios) han sido el resultado de un trabajo colectivo mantenido durante casi tres años, con presencia y participación de todas las CCAA (con competencias en Sanidad, Servicios Sociales, Educación y Juventud), con participación de la sociedad civil de infancia y discapacidad y de diferentes colectivos profesionales, concernidos en este campo. Es un esfuerzo meritorio, digno de celebrarse por la complejidad de los debates, el gran número de actores participantes y por la dificultad de buscar y obtener acuerdos suficientes en un ámbito competencial tan descentralizado desde sus inicios, con una disparidad de respuesta y resultados según los diferentes territorios y que adolecía de un marco común mínimo de acuerdo y de consenso.
Un buen punto de partido para lo que toca construir ahora.
¿Cuál es el objetivo por delante? Los debates, diálogo, discusiones y aportaciones han permitido confirmar la dificultad de cohesionar y construir un Sistema nacional de atención temprana. No un sistema único y unívoco, sino más bien un consenso básico sobre el alcance de los servicios públicos de la atención temprana en nuestro país y sobre la base mínima imprescindible de eficacia de conjunto y de coordinación entre tantos agentes implicados. Evidentemente, la dificultad del objetivo no se escapa a todas las administraciones públicas, CCAA y organizaciones implicadas. La atención infantil a través de la atención temprana ha ido cambiando sus respuestas según la propia concepción del desarrollo infantil y de la importancia del entorno (familiar, profesional e institucional). De un concepto inicial de estimulación precoz infantil dirigido a colectivos o grupos especialmente vulnerables se ha pasado a una intención de apoyo al desarrollo infantil temprano de todo niño o niña potencialmente vulnerable, estimando que podría abarcar el 10% de la población infantil de nuestro país. Además, esta concepción se ha hecho más ecológica y sistémica, incluyendo el apoyo a los familiares, la implicación de todos los agentes cercanos (sociales, sanitarios y educativos) y, también, el reconocimiento que sólo una pluralidad de agentes (públicos, privados, asociativos) puede facilitar este objetivo de maximización del desarrollo infantil temprano.
Es una buena base. Ahora toca seguir remando y aprovechar los consensos construidos para generar red, compartir conocimiento, economizar esfuerzos y llegar a ese 10% potencial de la población infantil. Incluso, tal vez, algún día, podamos vivir la aprobación de una ley orgánica de universalización de la atención temprana y de apoyo al desarrollo infantil temprano… pero eso ya será otra historia.