Milann muestra una innata capacidad para comunicar a través de sus gestos y de su rostro, algo que, según las agencias, le convierte en un niño particularmente expresivo. Un auténtico activo para las campañas de imagen.

Sin embargo, la historia de Milann no ha sido fácil. Como en el caso de muchos otros padres de niños con síndrome de Down, aunque el embarazo fue complicado, no tuvieron ninguna indicación de que Milann pudiera nacer con esta discapacidad intelectual. «Tardé un mes y medio en aceptar que nuestro hijo había nacido con síndrome de Down», recuerda Verónica.

Ahora que echa la vista atrás, la madre reconoce que «antes era superficial. Como supongo que hacen todos los nuevos padres, pensaba que mi bebé iba a ser el más guapo, que iba a ser perfecto». La madre reconoce que «tras el diagnóstico positivo, cuesta aceptar que tu hijo tendrá que luchar con más fuerza por encontrar su lugar en el mundo?.

Verónica sabe que su hijo es diferente. Pero también sabe que eso no le va a impedir vivir la vida como cualquier otro niño. «Sí, mi niño es diferente. Pero, ¿qué le impide hacer las cosas como todo el mundo» Él camina, se comunica con la gente de alrededor y va a la guardería con otros niños», zanja.

Por lo tanto, cuando un amigo de la pareja les comentó que se estaba organizando un desfile protagonizado por niños, no tuvieron ninguna duda: presentarían a Milann. Fue en aquel desfile donde causó impacto entre las agencia de fotografía que usan su imagen para promocionar ropa de niño. Entre ellas la que le representa actualmente, la agencia para niños Peanut, de Montreal.