Mª Antonia Juan: “Las personas con síndrome de Down tiene necesidades emocionales y deseos similares a los de cualquier persona»

Paula es una de las protagonistas de nuestra campaña #TanComoTú; una campaña que, en clave de humor, recrea diferentes situaciones de la vida cotidiana que pretenden mostrar que las personas con síndrome de Down piensan, sienten y actúan “tan como tú” porque son tan como tú.
El ejemplo de Paula, sentada en la parada de un autobús, escribiendo a su exnovio después de prometerse que no lo haría nunca más, busca mostrar que las personas con síndrome de Down tienen necesidades emocionales y deseos similares a los de cualquier otra persona.
Para Mª Antonia Juan, educadora social y coordinadora del Programa Emociones Down, “aunque a menudo se les percibe de manera diferente, es esencial reconocer que tienen necesidades emocionales y deseos similares a los de cualquier otra persona y pueden experimentar amor, atracción y deseo de conexión como cualquier persona sin discapacidad intelectual”.
“Las relaciones afectivas son una parte fundamental de la experiencia humana y juegan un papel esencial en el desarrollo integral de todas las personas y, por lo tanto, también en las personas con síndrome de Down pues no se diferencian en nada del resto”, afirma Juan.
“Sin embargo -continúa- el acceso a relaciones saludables y significativas puede verse obstaculizado por estigmas sociales, falta de oportunidades y, en ocasiones, por la sobreprotección de su entorno; por lo que es vital fomentar entornos inclusivos donde se respete su derecho a experimentar el amor y la intimidad”.
Para la coordinadora del Programa Emociones Down, “las relaciones de pareja pueden ofrecerles apoyo emocional, compañía y una oportunidad para el desarrollo personal, lo mismo que ocurre en la vida de quienes no tienen discapacidad”.
Además, continúa Juan, “las investigaciones nos sugieren que las personas con discapacidad intelectual pueden mostrar comportamientos en relaciones de pareja que son muy similares a los de sus pares sin discapacidad: buscan compañía, disfrutan de actividades compartidas y se preocupan por el bienestar del otro”.
“Su capacidad de establecer vínculos afectivos no solo contribuye a su bienestar emocional, sino que también puede ser un factor clave en su desarrollo social y personal”, afirma la educadora social.
Para Mª Antonia Juan “fomentar relaciones afectivas en personas con discapacidad intelectual implica proporcionar educación sobre habilidades sociales y emocionales, así como crear espacios seguros donde puedan interactuar y conocer a otros. También es crucial involucrar a la comunidad en la promoción de la inclusión y desafiar estigmas y apoyar la autonomía de estas personas en su búsqueda de relaciones significativas”.
En resumen, concluye Juan, “las personas con síndrome de DOWN tienen el derecho y la capacidad de formar relaciones afectivas plenas y satisfactorias. Reconocer y apoyar este aspecto de sus vidas no solo enriquece su experiencia personal, sino que también contribuye a una sociedad más inclusiva y empática, y ser #TanComoTú”.
En DOWN ESPAÑA, trabajamos por mejorar la calidad de vida de las personas con síndrome de Down a través de diferentes proyectos e iniciativas. Algunos de ellos, se centran en asuntos relacionados con la socialización y en la educación emocional. Si quieres colaborar con nosotros para ayudarnos a impulsar la inclusión de nuestro colectivo, puedes hacerlo a través de este enlace: https://colabora.sindromedown.org/tancomotu