Aprender-enseñar-cooperar. Redes cooperativas en el centro y en las aulas
Compartimos esta reflexión sobre la transformación del sistema educativo de María Eugenia Pérez, psicóloga, profesora de pedagogía inclusiva, autora del libro Aulas inclusivas. Experiencias Prácticas y del blog sobre educación inclusiva Mavensol.
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Aprender-enseñar-cooperar. Redes cooperativas en el centro y en las aulas
Desde que tengo recuerdos asociados a la escuela he escuchado esa famosa frase que imagino describía bastante bien al profesorado y su forma de trabajar de toda la vida: «CADA MAESTRILLO CON SU LIBRILLO».
Cuando era alumna en la escuela, en el instituto, en la Universidad, analizaba y reflexionaba sobre ella. Era cierta. Cada profesor/as parecía que era un planeta lejano a otro, en el que su prioridad era enseñar su materia y cuántos más alumnos/as suspendía, mejor profesor era.
Yo nunca lo entendí. El profesor/a que suspende a muchos alumnos/as, para mí es un mal profesor/a porque no ha hecho bien su trabajo. Y ciertamente, el tiempo, la realidad y mis 40 años de docencia me han ido confirmando esta afirmación, tanto cuando era alumna, como profesora.
Durante los siete años que estudié en el instituto, desde 1º de Bachillerato a COU, me encontraba con:
-Profesorado que enseñaba muy bien y aprobaba a muchos alumnos/as.
-Otros, que no enseñaban nada, que exigían mucho y que suspendían a muchos alumnos/as poniendo unas notas bajísimas.
-Otros, que no sabían nada de su materia y suspendían también mucho.
-Otros que les «daba coraje» que el alumnado de familias con menos recursos fueran «listos» y aprobaran y les ponían notas más bajas que a otros alumnos/as de familias con más recursos.
-Otros, muy escasos, que se implicaban en su trabajo, que conocían a sus alumnos/as, que se ocupaban y preocupaban por ellos, que les enseñaban y cuando suspendían, el alumnado sabía perfectamente el por qué de su suspenso y lo que tenía que hacer para aprender y aprobar.
Junto a todos ellos, siempre he encontrado a los VERDADEROS maestros/as, eran pocos/as, pero sabían su materia, trabajan bien, motivaban al alumnado, se preocupaban por ellos, ponían buenas notas y suspendían poco.
Como estudiante todos estos perfiles de profesorado me llevaban a tratar de comprender y estudiar su «ser como persona».
Ya en el Universidad, lo tuve muy claro. Tan claro que tenía un amplio listado con las cosas que jamás haría si quería ser buena maestra.
A lo largo de mi amplia carrera docente como maestra, me he ido encontrando con los mismos perfiles que cuando era estudiante. Aún a día de hoy, en la mayoría de los centros y en todos los niveles educativos, podemos encontrarlos en cuanto nos interesemos en descubrirlos.
Si te paras a reflexionar un poco, seguramente podrás descubrir qué tipo de perfil de profesor/a eres tú, cuáles son los perfiles de tus compañeros/as del centro educativo, del profesorado que trabaja con tu hijo/a…
Lo paradójico, desde mi punto de vista, es que se haya producido tan poca evolución en estos perfiles en tantos años y más aún, cuando ya han pasado más de 20 años del siglo XXI.
La sociedad y todos los sectores sociales han avanzado tanto, que muchos de ellos son irreconocibles. Vas a la consulta de Odontología. Seguro que te das cuenta de la gran transformación que en esta especialidad han sufrido sus técnicas, sus recursos, su forma de trabajar, el trato con los pacientes…
Ahora, entra en una clase de cualquier colegio o en la Universidad y observa al profesorado. Quizás hasta puedas ver mesas «atornilladas al suelo» (Universidad) y al profesor con una bata, subido a una tarima, llenando una pizarra de color verde de contenidos de su materia, mientras los 60 o más alumnos/as permanecen sentados en esas mesas y sillas, callan, escuchan y toman apuntes.
Me gustaría pensar que NO es mayoritario el profesorado que sigue «dando clase» con el método tradicional de las 3 P (presentación, práctica y prueba) con el que ellos/as estudiaron su carrera, que no avanzan ni evoluciona al ritmo de la vida, de la ciencia, que no conoce las investigaciones educativas que se realizan, y que siguen pensando que tienen que suspender mucho porque el alumnado no estudia y no trabaja.
Me gustaría creer que las personas que se dedican a la docencia lo hacen por vocación y si no es así, que lo hacen al menos, queriendo ser buenos profesionales y con dignidad. Que su formación es permanente, que trabajan en equipo con sus compañeros, facilitando el entendimiento y no la crispación desde posturas inamovibles que generan mal clima de centro que no ayuda al consenso, diálogo, avance…
Me gustaría ver muy pronto la transformación del Sistema Educativo, de las escuelas, de la forma de aprender, enseñar, evaluar, cooperar, valorar, respetar, apoyar, incluir…
Sobre estos tema ya he ido reflexionando y publicando algunas entadas en este blog.
–Redes de Aprendizaje. junio 2020
–Educación cooperativa. Educación personalizada. marzo 2020
–¿Educamos en valores, emociones, cooperación…? octubre 2019
–Cooperación y construcción de la diversidad. octubre 2019.
–Aprender haciendo y enseñar construyendo. marzo 2019.
–Aprender para enseñar. enero 2019
LAS REDES COOPERATIVAS.
Hoy, quiero hacer un pequeño resumen de algunas de las claves que, desde mi punto de vista, construyen y transforman la educación y la escuela con la finalidad de que todos las personas, alumnado y profesorado, crezcan y evolucionen personal y profesionalmente.
Todos juntos construyendo redes cooperativas en el centro y en las aulas a través de las que puedan cooperar enseñando y aprendiendo. Entre ellas encontramos:
*La orientación educativa en equipo.
*El trabajo en equipos de base heterogéneos.
*Los departamentos transversales.
*El profesorado que trabaja por Proyectos.
¿Seguro que te suenan y las conoces?
Los retos a los que nos enfrentamos en esta sociedad que nos toca vivir son complejos y a veces, han de llevarse a cabo en muy poco tiempo. Ambas variables hacen cada día más necesaria la construcción de redes cooperativas en el centro y en las aulas que ayuden al alumnado y profesorado a cooperar para avanzar.
¿Es posible continuar sólo instruyendo en contenidos curriculares evaluables a través de exámenes?
¿Es viable y tiene futuro continuar fomentando la competitividad y el individualismo dentro y fuera de las escuelas?
¿Cómo vamos a poder transformar el Sistema Educativo y la educación para que TODAS las personas tengan siempre todas las oportunidades y posibilidades?
Cada día hay más formas de poder construir redes cooperativas, las TIC, TAC, TEP,las redes sociales, el #claustrovirtual, los Grupos de Telegram de Facebook, etc, facilitan que sea posible y fácil poder hacerlo.
Y si es así ¿por qué no las construimos?
O es que ¿verdaderamente lo que interesa es que nada cambie para poder seguir en este mundo injusto que hemos construido?