Su hermano se llama Pablo, tiene 16 años y síndrome de Down. Ella se llama Alicia y es malagueña. Hace unos meses quiso plasmar en un papel todo el cariño que siente por su hermano, la especial relación que le une a él, sus experiencias… y lo hizo en forma de carta dirigida a hermanos de personas con síndrome de Down, especialmente a que acaban de conocer que su hermano tendrá esta discapacidad intelectual.
Hace unos meses quiso compartirla a través de la sección Participa de la web mihijodown.com. Recogemos aquí un pequeño fragmento y el enlace a la carta completa.
“Esta es una carta dirigida especialmente a ti, querido/a hermano/a que esperas a tu hermano/a con síndrome de Down, y voy a explicarte por qué es lo más sensato que he decidido hacer.
He de confesar que desde mis primeros años de niñez, soy una apasionada de la escritura, de las historias verdaderas, de esas que no se olvidan. Quizá, en parte, porque he sido educada en un ambiente en el que ha destacado el lenguaje de las emociones y sentimientos; en un ambiente carente de vanas preocupaciones. Sin embargo, en este momento en el que recibo la oportunidad de escribir sobre aquello que siempre he querido mostrar al mundo, sobre lo más significativo de mi vida… siento que cada palabra puede quedarse corta y que todo lo que pueda plasmar en el papel va a quedar por debajo de la altura que merece. Cada palabra podría quedarse corta si yo dirigiese esta carta a mi hermano con síndrome de Down, principalmente porque él entiende mejor el lenguaje de los gestos, las miradas, las risas y los besos. Él ya lo sabe todo, o eso intento, créeme.
Tampoco creo que cualquier persona que no seas tú vaya a entender mejor las siguientes líneas, porque para mí es muy satisfactorio proclamar a todo el mundo lo que siento por mi hermano; pero al final, esto es como contemplar una obra de arte sin entenderla: puedes admirarla con entusiasmo y asombro, pero si no sabes el esfuerzo que tiene detrás y el significado de cada uno de sus colores, la elogiarías pero tampoco la colocarías en ningún rincón de tu casa.
Por todo esto voy a escribirte a ti, pronto entenderás perfectamente el idioma en el que voy a hablarte –o quizás leas esto cuando seas mayor- pero seguro que tus vivencias serán parecidas a lo que voy a contarte”.
Puedes leer la carta al completo en el siguiente enlace.